
Empezó la música y un borracho se levantó, se tropezó y las piernas tambaleando, se dirigió hacia una dama de negro y le preguntó: - Hic ... Señora, ¿me da el placer de este baile? Y escuchó la siguiente respuesta: - No, por tres razones: En primer lugar, estás totalmente borracho y estás em um funeral - En segundo lugar, no se puede bailar el Himno Nacional!
- Y tercero, porque "madame“ es su abuela, yo soy un sacerdote.
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