A Dubái no hay que ir en busca de museos o historia, porque la llamada "cultura" no está en memorias del pasado, sino en un presente glorioso.
(Créditos:Amanda de la Rosa)
Las mil y una noches
Uno de los grandes atractivos turísticos de la metrópoli es Jumierah, un complejo turístico con hoteles, villas, restaurantes, parque acuático, playas, centros comerciales, etc. Ahí se puede pasar todo un día únicamente contemplando la arquitectura tradicional árabe que contrasta con la moderna de su vecino, Burj Al Arab, el único hotel de siete estrellas del mundo.
Vale la pena tomarse un par de horas en el Talise Spa, que es de esos de premios internacionales; y luego cruzarse al souk -una recreación de un mercado árabe para turistas-, ahí vale la pena hacerse un tatuaje de henna en las manos. Hay varias opciones de comida, ya sea libanesa, persa o francesa. La mayoría de los restaurantes tiene terrazas al aire libre, a orillas del mar. Hay que ir preparado para pagar unos 100 dólares por persona, por sentada.
De fiesta en un país musulmán
Casi 90 por ciento de los pobladores de Dubái son extranjeros y es una ciudad perfilada al turismo, por lo que las minifaldas y un par de tragos son aceptables. Hay que estar atentos para no "hacer desfiguros" que vayan en contra de la tradición islámica -como besarse en público, tomar en exceso, conducir en estado de ebriedad, homosexualidad abierta- porque se puede ser deportado y/o encarcelado.
Las mujeres deben evitar mirar directamente a los ojos a los emiratíes, porque se podría interpreta como un "sí" a una propuesta de matrimonio. Podría sonar escandaloso, sin embargo, el ambiente de la fiesta es relajado y Dubái ofrece una rica y variada vida nocturna.
Se percibe una serie de mezclas genéticas y culturales extrañas propias de un mundo globalizado. Hombres o mujeres que bien podrían ser el resultado de una mamá china, papá suizo, nacido en Estados Unidos, criado en Brasil, educado en Francia, todos en Dubái por la fiebre del oro. La gente viste ropa cara y joyas de verdad.
Se percibe una serie de mezclas genéticas y culturales extrañas propias de un mundo globalizado. Hombres o mujeres que bien podrían ser el resultado de una mamá china, papá suizo, nacido en Estados Unidos, criado en Brasil, educado en Francia, todos en Dubái por la fiebre del oro. La gente viste ropa cara y joyas de verdad.
¿Qué hacer con niños?
El Hotel Atlantis es ideal para llevar a los niños, quienes se fascinarán por la arquitectura como de caramelo, las paredes decoradas con temas marinos, los bufetes kilométricos, las salas de videojuegos, acuarios y, sobre todo, por el parque acuático Aquadventure. Hay toboganes, nado con tiburones, rápidos, playas artificiales, etc.
Es de llamar la atención que algunas mujeres locales usan una especie de "traje de baño burka" o sea, se cubren de negro de la cabeza a los tobillos y así se meten al agua.
Es de llamar la atención que algunas mujeres locales usan una especie de "traje de baño burka" o sea, se cubren de negro de la cabeza a los tobillos y así se meten al agua.
La meca de los centros comerciales
En Dubái hay más de 50 centros comerciales, entre ellos Dubai Mall, con 1500 tiendas ?lo que lo convierte en el más colosal del planeta? y Mall of the Emirats, que tiene la pista de esquí en nieve, tan excéntrica como artificial. Las tiendas son casi las mismas de un mundo globalizado, con los mismos productos y objetos, pero mucho más detallados y recargados, pues así les gusta a los locales.
Son pocos los negocios tradicionales, entre ellos los de perfumes hechos a mano y los de burkas. A pesar de que pareciera que todos son iguales, son diferentes y bien vale la pena probarse uno y tomarse una foto, por lo menos.
Son pocos los negocios tradicionales, entre ellos los de perfumes hechos a mano y los de burkas. A pesar de que pareciera que todos son iguales, son diferentes y bien vale la pena probarse uno y tomarse una foto, por lo menos.
Las carreras del Hipódromo de las Avenidas
Las carreras de caballos y camellos son el deporte por excelencia de los árabes. En Dubái está el Dubai Rasing Club, el hipódromo que ofrece los mejores premios del mundo, que ascienden a los seis millones de dólares para los jinetes ganadores.
Es común ver al Sheikh Mohammed bin Rashid Al Maktoum, gobernante de Dubái, con sus cuatro esposas e hijos, pues es un gran aficionado y dicho de paso, dueño del hipódromo. Si bien las carreras de caballos y camellos son un emblema milenario y una tradición árabe, las carreras más sorpresivas son las de Lamborghinis en las calles, que suceden espontáneamente.
Es común ver al Sheikh Mohammed bin Rashid Al Maktoum, gobernante de Dubái, con sus cuatro esposas e hijos, pues es un gran aficionado y dicho de paso, dueño del hipódromo. Si bien las carreras de caballos y camellos son un emblema milenario y una tradición árabe, las carreras más sorpresivas son las de Lamborghinis en las calles, que suceden espontáneamente.
De lo más relevante en arquitectura mundial
Las fortunas de los petrodólares se han invertido en gran medida en arquitectura de lo más novedosa y escandalosa que se conozca, que van de edificios habitacionales a puentes que rompen récords. Hay un autobús turístico que recorre los puntos más atractivos de la ciudad, y da breves explicaciones sobre edificaciones únicas, como Burj Dubai, la torre habitacional más alta del mundo; Dubailand el centro de entretenimientos más grande del planeta; el hotel Burj Al Arab, el edificio emblemático de Dubái. Los proyectos, las edificaciones y las cifras alrededor son verdaderamente de llamar la atención, pero más que eso, hay que contemplar la pulcritud de toda la metrópoli y sus pobladores.
Fumar sisa en el Golfo Pérsico
Desde hace siglos, una de las tradiciones más arraigadas y preferidas por los locales es sentarse sobre cojines y tapetes, a orillas del Golfo Pérsico a fumar pipa de agua y charlar o simplemente contemplar el paisaje. La mayoría de los hoteles tiene este servicio. Vale la pena observar los hornos donde calientan el carbón, probar los diferentes sabores del humo y tomársela con calma.
Dubái es una sociedad diversa y multicultural, que se ha transformado por la llegada de distintos grupos étnicos como los iraníes, que llegaron a principios del siglo XX y los indios y paquistaníes, en la década de 1960. Los días de fiesta importantes son el final del Ramadán y el Día Nacional (2 de diciembre), que marca la formación de los Emiratos Árabes Unidos. Sus eventos Dubai Shopping Festival y Dubai Summer Surprises atraen a más de 4 millones de visitantes.
Hospedaje de 5 a 7 estrellas |
BURJ AL ARAB
Si sueñas con vacacionar como todopoderoso, no hay en el mundo un mejor lugar que Burj Al Arab. Habitaciones de siete a 27 mil dólares por noche (www.burj-al-arab.com).
MEDINAT JUMEIRAH
Es refinamiento al estilo árabe, con la mejor ubicación de la ciudad. Hay tres opciones para hospedarse dentro de este complejo turístico. Habitaciones a partir de 500 dólares por noche (www.jumeirah.com/Hotels-and-Resort/).
ATLANTIS THE PALM
Los niños lo van a amar. Para los adultos hay restaurantes de premios, tiendas y spa de primera. Alrededor de 500 dólares la noche, lo que incluye la entrada al parque acuático (www.atlantisthepalm.com).
SHERATON JUMEIRAH BEACH
La garantía de una buena cama y baños amplios, con todos los servicios, sin experimentar nada exótico. Los precios por noche comienzan en 360 dólares (www.starwoodhotels.com/sheraton/index.html).
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