Las bromas son cuentos tienen un final sorprendente y divertido, dibujando risas y risas a los que leen o escuchan. En cualquier idioma, las bromas tienden a favor no sólo el contenido que expresan, sino también por la forma en que se cuentan. En este aspecto, algunas personas son más fácilmente; son naturalmente más desinhibida y divertida.
El profesor nunca tiene la razón
Si es joven, no tiene experiencia...
Si es viejo, es obsoleto ...
Si no tiene coche, es un pobre diablo...
Si tiene coche, se queja de "panza llena"...
Si habla en voz alta, traumatiza una vida...
Si habla en tono normal, nadie escucha...
Si no se pierde en las "noches" quiere darse de "santo"...
Si falta a clases, es un "turista".
Si habla mucho, es un parlanchín...
Si no habla, es un apagado...
Si hace pruebas difíciles, no tiene piedad de los alumnos...
Si hace pruebas fáciles, no está preparando a los alumnos...
Si juega en clase, quiere hacerse el chistoso...
Si no juegua con la clase, es un aburrido...
Si llama la atención de los alumnos, es un grosero...
Si no llama la atención, no sabe imponerse en clase...
Si la prueba es muy larga, no hay tiempo para responder...
Si la prueba es muy corta, quita la oportunidad de exponer las ideas de los alumnos..
Si escribe mucho, no explica...
Si explica mucho, no escribe nada...
Si habla cultamente, nadie entiende.
Si habla el "lenguaje" de los estudiantes, no tiene vocabulario...
Si el alumno aprueba, facilitó...
Si el alumno reprueba, es un perseguidor...
Así es...el maestro nunca tiene la razón, siempre está equivocado, PERO SI CONSEGUISTE LEER ESTAS LÍNEAS, DALE GRACIAS A UN PROFESOR.
Otro chistecito
Un maestro de arte visita la exposición de un joven pintor:
- ¿Así que usted pintó estos cuadros?
- Sí, maestro, así es.
- Joven, su obra me recuerda a Beethoven.
- ¿Beethoven?, ¡Pero si Beethoven no era pintor!
- ¡Ni usted tampoco!
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